El Papa León XIV recibió a Lula y Boric en el Vaticano y reafirmó su compromiso con la justicia social y el medio ambiente

En audiencias separadas, el Pontífice dialogó con los mandatarios de Brasil y Chile sobre pobreza, derechos humanos, abusos en la Iglesia y cambio climático. Lula lo invitó a participar en la COP30 en la Amazonía y Boric abordó las heridas del pasado eclesiástico.

El Papa León XIV encabezó una jornada de intensa actividad diplomática en el Vaticano al recibir en audiencias por separado a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Gabriel Boric. Los encuentros, realizados en el Palacio Apostólico, se centraron en la situación social de ambos países, el papel de la Iglesia en la lucha contra la desigualdad y los desafíos globales vinculados al cambio climático, la justicia y los derechos humanos.

De acuerdo con información publicada por Página/12, León XIV —el primer Papa estadounidense y peruano de la historia— consolidó con estas reuniones su perfil pastoral y político, marcado por una firme defensa de los sectores más vulnerables. Misionero agustino en Perú durante la década de 1980, el Pontífice ha dedicado su primer año de pontificado a denunciar la pobreza, la corrupción y los abusos dentro de la Iglesia. Al finalizar las audiencias, repitió una frase que sintetiza su mensaje: “Donde haya pobreza, allí debe estar la Iglesia.”

Lula y la agenda climática

Durante el encuentro con el presidente brasileño, León XIV fue invitado a participar en la Cumbre del Clima (COP30) que se celebrará en noviembre de 2026 en Belém, en el corazón de la Amazonía. El Papa agradeció el gesto, aunque explicó que no podrá asistir por las celebraciones del Jubileo; no obstante, confirmó que el Vaticano estará representado y expresó su intención de visitar Brasil “en el momento oportuno”.

“Nos puso muy felices saber que Su Santidad pretende visitar Brasil. Será recibido con el cariño y la fe del pueblo brasileño”, expresó Lula tras la audiencia. El mandatario también felicitó al Papa por su primera exhortación apostólica, Dilexi Te, centrada en el amor a los pobres y en la denuncia de la indiferencia ante la desigualdad. “No podemos separar la fe del compromiso con los más necesitados”, afirmó.

La reunión se produjo antes de la participación del presidente brasileño en el Foro Mundial de la Alimentación organizado por la FAO en Roma, donde presentó los avances de Brasil en la erradicación del hambre y la Alianza Global contra la Pobreza, impulsada durante su presidencia del G20. “En 2014 ya logramos sacar a Brasil del Mapa del Hambre, pero los retrocesos demostraron que la lucha debe ser permanente. No se trata de asistencialismo, sino de políticas de Estado”, sostuvo Lula, quien propuso además aliviar la deuda de los países más pobres.

Lula viajó acompañado por la primera dama Rosângela “Janja” da Silva, y los ministros Mauro Vieira (Relaciones Exteriores), Paulo Teixeira (Desarrollo Agrario) y Wellington Dias (Desarrollo y Asistencia Social). Tras el encuentro, destacó que hubo “mucha química” con León XIV y que ambos comparten la visión de que la justicia social debe ocupar el centro de la agenda política global.

Boric y las heridas de la Iglesia

Horas más tarde, el Papa recibió al presidente chileno Gabriel Boric, con quien dialogó durante 45 minutos sobre los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia y la situación social de Chile. Ambos intercambiaron reflexiones sobre la exhortación Dilexi Te. “Yo no tengo el don de la fe, pero me siento convocado por ese llamado”, reconoció Boric.

El mandatario relató que León XIV le transmitió el dolor que le provocaron los casos de abusos cuando era misionero en Perú y recordó la difícil visita de Francisco a Chile en 2018, marcada por los escándalos del obispo Juan Barros y del sacerdote Fernando Karadima. “Conversamos sobre la necesidad de que tanto la Iglesia como el Estado estén siempre del lado de las víctimas y de los más vulnerables”, afirmó.

Boric también mantuvo una reunión con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, donde abordaron temas de pobreza, migración y la ley de eutanasia que se discute en su país. “Podemos tener diferencias legítimas, pero coincidimos en que ninguna política pública puede implicar el descarte de los más débiles”, subrayó el presidente chileno.

Antes de su llegada al Vaticano, Boric visitó la tumba del Papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor, donde dejó flores en su memoria. Su agenda en Roma incluyó el Foro de Inversión para la Alimentación y la Agricultura y un encuentro con empresarios italianos. Lo acompañaron el canciller Alberto van Klaveren, la ministra Macarena Lobos y el presidente del Senado Manuel José Ossandón.

En declaraciones posteriores, Boric recordó los 40 años del tratado de paz entre Chile y Argentina, firmado con mediación papal en 1984, y aseguró que ese antecedente formó parte del diálogo con León XIV. “A propósito de esa mediación, hablamos sobre Gaza y la necesidad de que la paz se construya con autodeterminación y respeto”, concluyó el mandatario chileno.