Haití supera los 1,4 millones de desplazados en medio de la violencia y la crisis humanitaria

La creciente presencia de grupos armados, junto con la escasez de recursos y el debilitamiento institucional, agravan una crisis que se extiende por todo el territorio haitiano.

Más de 1,4 millones de personas han sido desplazadas en Haití a causa de la violencia generalizada y el colapso institucional, la cifra más alta registrada hasta ahora en el país, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El dato, difundido por Página/12 con base en el último informe de la Matriz de Seguimiento de Desplazados (DTM), refleja un aumento del 36% respecto a finales de 2024.

La crisis, que durante años se concentró en la capital, se ha expandido hacia el interior: casi dos tercios de los nuevos desplazamientos ocurrieron fuera de Puerto Príncipe, especialmente en los departamentos del Centro y Artibonite. Los campamentos de emergencia, cada vez más superpoblados, enfrentan severas carencias de agua, alimentos y servicios de salud.

Según la OIM, el número de asentamientos improvisados aumentó de 142 en diciembre a 238 en la actualidad. La organización advirtió que el 85% de los desplazados se refugian en comunidades locales que ya padecen escasez de recursos. Las mujeres y los niños son los más afectados, representando más de la mitad del total. Muchas familias se han visto forzadas a separarse: los padres envían a sus hijos a regiones más seguras para protegerlos de la violencia.

La situación se agrava por los más de 207.000 haitianos deportados desde República Dominicana en lo que va del año. La OIM amplió su presencia en las zonas rurales, brindando refugio temporal, asistencia médica y apoyo psicosocial. “Sin un apoyo inmediato y sostenido, el sufrimiento de cientos de miles de haitianos desplazados y deportados no hará más que agravarse”, advirtió la organización.

La jefa de misión de la OIM en Haití, Grégoire Goodstein, subrayó que la magnitud de la crisis exige una respuesta internacional firme. “La generosidad de las comunidades haitianas debe ir acompañada de un renovado apoyo global. Se necesitan soluciones sostenibles que restauren la dignidad, fomenten la resiliencia y creen alternativas duraderas”, afirmó.

El aumento de la violencia también es alarmante. La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) registró 24 masacres y ataques armados solo en el departamento de Artibonite entre enero y septiembre. En total, se estima que más de 4.200 personas fueron asesinadas en los primeros ocho meses del año, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

A la violencia se suma una crisis alimentaria sin precedentes. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el 51% de la población sufre niveles agudos de hambre —un récord histórico—, lo que equivale a 5,7 millones de personas. Si la tendencia continúa, la cifra podría superar los 5,9 millones para marzo de 2026.

En los departamentos del Noroeste y del Oeste, incluidos Puerto Príncipe, las tasas de malnutrición alcanzaron niveles críticos. “Estamos intensificando la asistencia, pero las necesidades superan ampliamente a los recursos disponibles”, reconoció Wanja Kaaria, directora del PMA en Haití.