La chicharrita pierde protagonismo: su presencia es mínima, pero el monitoreo será crucial en la campaña de maíz

El insecto vector del achaparramiento del maíz muestra una fuerte retracción en casi todas las regiones productoras del país, aunque los especialistas advierten que la vigilancia seguirá siendo esencial para prevenir rebrotes.

El 28º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, con datos recolectados entre el 28 de septiembre y el 13 de octubre de 2025, confirmó una disminución significativa de la chicharrita del maíz en la mayoría de las zonas maiceras, incluso en las regiones endémicas del NOA y NEA.

En el NOA, el vector estuvo ausente en el 56% de las localidades, frente al 31% del relevamiento anterior, y un 35% registró niveles mínimos (entre 1 y 4 adultos por trampa cromática). Si bien el maíz tardío domina la zona, los técnicos señalan que el escenario primaveral es alentador.

En el NEA, el 78% de las localidades no detectó el insecto, una mejora frente al 70% del informe previo. Solo el 15% mostró capturas mínimas, mientras el 25% de las trampas se encontraba en áreas con siembras en curso. El panorama general es auspicioso en el 93% de la región.

La tendencia positiva se repite en el Litoral, donde el 88% de las localidades no registró Dalbulus maidis, y en el Centro-Norte, donde el 80% permaneció sin detecciones. En el Centro-Sur, la estabilidad es casi total, con un 98% de localidades libres de la plaga.

En el informe —difundido por TodoAgro— también se presentan los estudios de infectividad del vector al Corn Stunt Spiroplasma (CSS), realizados con ejemplares del NOA y NEA recolectados durante julio y agosto. Si bien esos análisis mostraron valores elevados de infectividad, los especialistas remarcan que en muchas de las zonas afectadas el vector hoy está ausente. Actualmente se analizan nuevas muestras tomadas en octubre para conocer la dinámica de transmisión durante la primavera.

Los expertos advierten que, pese a la baja población, es momento de intensificar los monitoreos, tanto en trampas como en cultivos, sobre todo en áreas con maíces tempranos y tardíos. Además, recomiendan eliminar maíces guachos que puedan servir de refugio a la plaga y sus patógenos.

Así, aunque la chicharrita pierde protagonismo, el seguimiento sistemático y preventivo se mantiene como herramienta clave para garantizar una campaña de maíz estable y saludable en el país.