Milei abre el diálogo con los gobernadores: apoyo para las reformas y reclamos por fondos
El Presidente encabezó una cumbre con 17 mandatarios provinciales y representantes del resto de las jurisdicciones. Logró respaldo para avanzar con su agenda legislativa, aunque enfrentó exigencias para revisar la distribución de recursos y coparticipación.
Después de meses de tensiones políticas, cruces públicos y pulseadas electorales, Javier Milei dio su primer paso hacia una nueva etapa de gestión: un encuentro con los gobernadores en la Casa Rosada que marcó un tono de apertura y búsqueda de consensos. En el Salón Eva Perón, acompañado por todo su gabinete, el mandatario repasó durante más de dos horas las reformas estructurales que planea enviar al Congreso y escuchó los reclamos de las provincias por un reparto más equitativo de fondos nacionales.
Según reconstruyó Infobae, los temas centrales del encuentro fueron la reforma fiscal e impositiva, la modernización laboral, el nuevo Código Penal y el Presupuesto 2026. Milei explicó que todos estos proyectos se debatirán en las sesiones extraordinarias que el Ejecutivo convocará en las próximas semanas, de modo que el Congreso continúe sesionando durante el verano.
La reunión —impulsada tras una conversación informal entre Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, durante la jura de Pablo Quirno como nuevo canciller— fue organizada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y contó con la presencia de Karina Milei, Santiago Caputo, Patricia Bullrich, Luis Petri, Federico Sturzenegger, Mariano Cúneo Libarona, Sandra Pettovello, Mario Lugones y Martín Menem, entre otros funcionarios de primera línea.
Avances y condiciones
Las fuentes consultadas describieron el encuentro como una “charla constructiva”. Los gobernadores manifestaron su disposición a acompañar las reformas y respaldar la búsqueda del equilibrio fiscal en el Presupuesto 2026, aunque condicionaron su apoyo a una revisión del esquema de coparticipación federal.
El punto más conflictivo fue la distribución de los fondos provenientes del impuesto a los combustibles líquidos, cuya modificación ya había sido reclamada por las provincias en junio. La propuesta —rechazada en su momento por la Cámara de Diputados— planteaba una redistribución del 58,36% de la recaudación a las jurisdicciones, disolviendo los actuales fideicomisos de infraestructura hídrica y de transporte.
Actualmente, los ingresos por este gravamen se reparten del siguiente modo: 10,40% para el Tesoro Nacional, 15,07% al FONAVI, 28,69% al Sistema Único de Seguridad Social, 4,31% al Fideicomiso Hídrico, 28,58% al Fideicomiso de Transporte y 2,55% a la Compensación del Transporte Público, quedando solo el 10,40% restante para las provincias. Los mandatarios insistieron en que ese porcentaje debe ampliarse significativamente.
“Las provincias no pueden seguir sosteniendo el ajuste sin una nueva discusión sobre el reparto de recursos”, fue la frase que, según uno de los presentes, sintetizó el reclamo generalizado.
El reclamo por los fondos y el federalismo
Los gobernadores también recordaron la necesidad de revisar el régimen de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), cuya distribución automática fue aprobada por el Congreso pero vetada por Milei meses atrás. En paralelo, solicitaron que se restablezca un canal de negociación permanente con la Nación para debatir transferencias, obras y compensaciones fiscales.
Entre los presentes estuvieron Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Sergio Ziliotto (La Pampa), Hugo Passalacqua (Misiones), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Claudio Vidal (Santa Cruz), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).
También participaron las vicegobernadoras Silvana Schneider (Chaco), Hebe Casado (Mendoza) y Zulma Reina (Neuquén), en representación de sus respectivos mandatarios. La convocatoria sorpresiva —dispuesta apenas un día antes— impidió la asistencia de algunos jefes provinciales que se encontraban de viaje.
Un nuevo clima político
La foto de unidad en la Casa Rosada busca marcar el pulso de la segunda mitad del gobierno libertario. Con el capital político renovado tras las elecciones legislativas, Milei intenta avanzar con un paquete de reformas económicas y políticas que requieren apoyo transversal en el Congreso.
El mandatario confía en que la reforma laboral y la tributaria, elaboradas por Sturzenegger en el marco del Consejo de Mayo, estén listas para ser presentadas antes de diciembre. Paralelamente, el Ejecutivo busca posponer el debate del Presupuesto hasta esa fecha, a pesar de que la oposición logró emplazar su discusión en comisión para la próxima semana.
La reunión se extendió hasta entrada la noche y concluyó sin declaraciones oficiales, pero con el compromiso de continuar el diálogo en una serie de mesas técnicas. A la salida, uno de los asistentes resumió el clima del encuentro con una frase que refleja la tensa cooperación entre Nación y provincias:
“Fue un paso importante. Hay voluntad de apoyar, pero también de discutir. Nadie quiere quedar afuera de las decisiones que van a marcar el futuro del país.”