Petro y Sheinbaum no asistirán a la Cumbre de las Américas por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela
Los presidentes de Colombia y México cuestionaron la decisión del gobierno de República Dominicana y de Washington, y defendieron una integración latinoamericana sin vetos. La cita se realizará el 4 y 5 de diciembre en Punta Cana.
Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Claudia Sheinbaum, anunciaron que no participarán en la próxima Cumbre de las Américas, prevista para el 4 y 5 de diciembre en República Dominicana, en rechazo a la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela. La decisión se conoció tras los recientes ataques de Estados Unidos contra supuestas “narcolanchas” en el Caribe, que intensificaron las tensiones regionales.
República Dominicana había confirmado en septiembre que no invitaría a esos tres países, tal como ocurrió en la edición de Los Ángeles 2022, generando nuevas críticas de los gobiernos que reclaman un foro hemisférico “sin exclusiones”.
“No asistiré a la Cumbre de las Américas en República Dominicana. El diálogo no comienza con exclusiones”, expresó Petro en la red social X, en un mensaje que aludió de manera indirecta a los países marginados. El mandatario colombiano recordó que había propuesto a Estados Unidos una reunión entre la Celac y Washington para discutir la integración económica continental, pero no obtuvo respuesta. “Lo que tenemos es una agresión en el Caribe que se había constituido como zona de paz”, añadió, en referencia al ataque ordenado por Donald Trump cerca de las costas de Venezuela, que dejó seis muertos.
Petro adelantó que en la próxima cumbre Celac–Unión Europea, prevista para noviembre en Santa Marta, Colombia, se buscará consolidar una alianza basada en el conocimiento, las energías limpias y la inteligencia artificial con soberanía pública global, y que su país ya alcanzó acuerdos en términos similares con China. También propuso encuentros de la Celac con la Unión Africana y Medio Oriente, con el objetivo de fortalecer una diplomacia latinoamericana autónoma.
“América Latina no necesita tomar partido en competencias comerciales de naciones poderosas. Nuestro camino debe ser el de las relaciones abiertas y la independencia económica”, subrayó Petro, quien insistió en que la región debe priorizar la cooperación interna y la integración soberana.
Por su parte, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum confirmó el lunes que tampoco asistirá a la cumbre. “Nunca estamos de acuerdo con que se excluya ningún país, pero además, en la circunstancia actual, no. Hay que estar atendiendo al país y, en particular, la emergencia por las inundaciones que dejaron más de 60 muertos”, explicó en conferencia de prensa.
Según publicó Página/12, la Cancillería dominicana justificó su decisión alegando que “priorizar el éxito del encuentro requiere extender la invitación al mayor número posible de países”, pero que la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela “favorece la mayor convocatoria y asegura el desarrollo del foro”. En un comunicado, el gobierno de Luis Abinader afirmó que la medida responde a un “criterio estrictamente multilateral”, dado que los tres países “han decidido no formar parte de la OEA y tampoco participaron en la pasada edición”.
La postura dominicana generó reacciones diplomáticas en la región. Bolivia fue uno de los primeros países en manifestar su rechazo, señalando que la medida contradice los principios de multilateralismo, autodeterminación y no injerencia. “Excluir a países por razones políticas o ideológicas contradice la igualdad soberana de los Estados y la unidad hemisférica”, expresó la Cancillería boliviana.
La IX Cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles en 2022, ya había estado marcada por la exclusión de esos mismos países y por la ausencia del entonces presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, mientras que el colombiano Iván Duque sí participó. Desde entonces, Nicaragua abandonó formalmente la OEA, Cuba fue expulsada del organismo en 1962, y la pertenencia de Venezuela sigue en disputa, ya que la organización dejó de reconocer al gobierno de Nicolás Maduro tras su decisión de retirarse en 2017.
El debate en torno a la inclusión y la soberanía regional vuelve así a ocupar el centro de la escena, en un contexto de redefinición del liderazgo latinoamericano y de tensiones crecientes entre Washington y varios países del sur del continente.